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domingo, 11 de diciembre de 2011

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No dormí en ninguna de las que no son alguna casa y mucho menos un hogar para mí.

Estaba casi desnuda y él también. Con el zoom de la memoria recuerdo haber encontrado en nuestros cuerpos tatuajes de algo parecido a unos códigos de barras.
En la pared en forma de una barra vertical, había algo que figuraba un escáner, donde al pasar y este "escáner" reconocer uno de estos códigos, se proyectaban en las paredes (desde algún lugar) versos o frases, (no estoy segura si fueran propios o de otro autor) que con mucho esfuerzo podría recordar uno.

El iPad

Ayer antes de dormir vi la cinta Abel de Diego Luna, no pensé nada importante y me quede dormida,… La cinta no me gusto.
El iPad
Tocaba la pantalla y sentía que estaba rayada.
No le di importancia como siempre, además la luz estaba alta y no miraba o notaba a detalle lo largo y profundo del rayón. Baje la luz y me di cuenta que le rayón no era ligero sino que había sido algo así como un intento de perforarla, se veía como cuando no logran romper el parabrisas a un coche.
Cuando la sostuve con ambas manos se deshacía como cuando desarmas un marco de fotografía, de los antigüitos claro.
Estaba ahora caminando en un centro comercial, me dirigía a una tienda; pensaba en cómo explicaría las condiciones actuales o como es que había llegado a ellas mi juguete.